Shavuot, la Fiesta de las Semanas o Pentecostés, como se le llama en el Nuevo Pacto, es una festividad de finales de primavera, observada en la fecha 6 de Siván del calendario hebreo. Aunque la mayoría de los cristianos conoce de los poderosos eventos del Pentecostés, tal como se registran en el libro de los Hechos, capítulo 2, muy pocos saben de la observancia histórica anual que apuntaba hacia ella y su anuncio profético. Es importante comprender la observancia de Shavuot en el Antiguo Pacto, así como su significado histórico, para apreciar por completo su cumplimiento en el Nuevo Pacto con Yahshua. Esta fiesta, alguna vez pensada solo como una festividad del pueblo judío, es de hecho una de las moedim bíblicos, es decir citas o tiempos señalados por Dios para encontrarnos con Él. Es por esto que es tan rica en significado e importancia, sobre todo, en este tiempo que vivimos.
Shavuot ocurre el quinceavo día después del shabbat de Pesaj, o el día después de “siete shabbats”; de ahí la palabra griega “Pentecostés” o “cincuenta”. El período entre Pesaj y Shavuot es el tiempo de la “cuenta del Omer” (Levítico 23:15-16). Este es un período de transición desde el éxodo de la esclavitud en Egipto hasta la recepción de la Torá en el Sinaí, y también profetizaba del momento de la muerte y resurrección de Yahshúa a la recepción del Ruaj HaKodesh o Espíritu Santo. Es un período de reflexión y un tiempo de expectativa profética.
De acuerdo con Levítico 23:15-17 y Éxodo 34:22, Shavuot era una festividad agrícola, que marcaba la recogida de los primeros frutos de la cosecha de trigo. A los israelitas se les ordenó ofrecer los primeros frutos al Señor, como agradecimiento por su abundante provisión. Tal como las fiestas bíblicas son alusiones proféticas a lo que ha de venir, la recogida de la primera cosecha de trigo hace alusión a la primera cosecha de discipulos de Yahshúa que fueron llenos del poder para Sus testigos en las naciones. Aunque ya esta convocatoria tuvo su cumplimiento histórico (la entrega de la Torah en el Sinaí), y su cumplimiento profético (la llanura del Espíritu Santo, despues de la resurrección de Yahshua, hoy en día la seguimos celebrando por varias razones:
- El Señor nos ordena en la Escrituras que la celebremos anualmente.
- Nos conduce a hacer remembranza de la redención recibida por el Mesías y el sello que nos fue dado como primogénitos, sacerdotes y gobernantes en la tierra a través del Espíritu Santo.
- Debemos ser llenados continuamente por el Espíritu del Señor y ser conducidos de una gloria menor a una gloria mayor.
- Cada vez que la celebramos somos afirmados en nuestra identidad como nación y en nuestro propósito como ciudadanos del Reino del Mesías.
- En esta celebración el Espíritu del Señor nos da instrucciones especificas para cumplir con nuestra encomienda.
Este Shavuot del 2020, será muy especial por causa del tiempo profético que estamos viviendo. El Señor ha mostrado a la compañía de profetas latinoamericana, que durante esta convocatoria el seremos:
- Llenos del poder del Espíritu para poder ser testigos fieles en medio de las naciones. Joel 2:28
- Seremos capacitados para empezar a recoger la cosecha de vidas más grande de la historia.
- Recibiremos instrucciones especificas sobre las nuevas operaciones, estrategias y tácticas en el nuevo mover ministerial de esta década.
- Seremos afirmados en nuestra identidad, propósitos y poder como nación, primogénitos, sacerdotes y gobernantes.
Prepárate para la convocatoria:
Debemos prepararnos para celebrar esta convocatoria para que la vivamos a plenitud. Para ello necesitas:
- Tener una expectativa profética. Cuenta los días que faltan desde ahora hasta el 29 de mayo del 2020, para la convocatoria. Eso te ayudará a mantenerte enfocado y esperando con gozo lo que recibirás del Señor.
- Prepárate junto a tu familia para esos dos días, colóquense su mejor traje, limpien la casa y prepárense para recibir al Rey.
- Preparar tu mejor ofrenda para el Señor. Este es un tiempo para presentar los primeros frutos de lo que el Señor te haya dado. Es una convocatoria para presentar el fruto de tu trabajo al Señor. Yahshua le presentó Su primicia al Padre, sus primeros 120 discípulos y el Padre envió su Espíritu para darles poder para que se multiplicaran y fructificarán en la tierra.
- Tener tiempos de reflexión profunda, en donde puedas preparar tu corazón para las instrucciones que recibirás del Señor. Será un tiempo para llevarte al entendimiento profundo del Reino de nuestro Mesías.